martes, 17 de julio de 2007

Ama sua, ama llulla, ama quella



Cuando yo era niño mi país era un caballo
y sus orejas se llamaban Tumbes
y el corazón era de ardiente lava
y su pasado estaba lleno de oro,
de una cultura milenaria
que respeto a la tierra, al sol, a la luna,
a sus montañas que tenían alma.

Ama sua, ama llulla, ama quella.

Ahora mi país son veinticuatro pedacitos
de horribles costuras
y la cordillera es una arruga,
una cicatriz que nos separa
por la nariz quebrada
por la dentadura que mastica el verde
por la cobriza piel que a nadie gusta.

Ama sua, ama llulla, ama quella.

Ahora mi país es una herida
y se desangra en su propia carne
y el que usa ojotas se burla de su quechua
y el que llego del mar se mea en su calle
y ambos con la mano sucia
se agarran el pecho y se arrancan un himno
cada vez mas descartable.

Ama sua, ama llulla, ama quella.

Ama llajlla.

Ama sajra.




No hay comentarios: